La tendencia natural de los humanos es querer castigar a aquel que se ha
portado mal. Pero, ¿con qué finalidad quieren castigarlo? ¿Por qué
desean que mejore, o bien sólo quieren aplicar la justicia y arreglar
cuentas?…
Castigar a un malhechor sin darle los medios para que se corrija, esto
no se llama justicia, sino más bien venganza. ¡Cuántos se imaginan que
encarcelando a los criminales se les da una lección!… En absoluto, a
menudo se vuelven peores que antes. Y otros piensan que, condenándoles a
muerte, se procede a una eliminación purificadora. Pero cuando se
exterminan los mosquitos sin ocuparse de los pantanos, los mosquitos
vuelven con más fuerza, ¿no lo habéis constatado? Y en nuestras
sociedades se pasean mosquitos de una especie particular. Si no queremos
ser picados, no hay que darles las condiciones en las que puedan
proliferar.
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1 comentarios:
Muy buena entrada y un hermoso blog. Me ha encantado visitarte. Sin duda tienes razón. Hemos de perdonar a quién nos ha perjudicado y no devolverle con saña el golpe. Un abrazo
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