La tendencia natural de los humanos es querer castigar a aquel que se ha
portado mal. Pero, ¿con qué finalidad quieren castigarlo? ¿Por qué
desean que mejore, o bien sólo quieren aplicar la justicia y arreglar
cuentas?…
Castigar a un malhechor sin darle los medios para que se corrija, esto no se llama justicia, sino más bien venganza. ¡Cuántos se imaginan que encarcelando a los criminales se les da una lección!… En absoluto, a menudo se vuelven peores que antes. Y otros piensan que, condenándoles a muerte, se procede a una eliminación purificadora. Pero cuando se exterminan los mosquitos sin ocuparse de los pantanos, los mosquitos vuelven con más fuerza, ¿no lo habéis constatado? Y en nuestras sociedades se pasean mosquitos de una especie particular. Si no queremos ser picados, no hay que darles las condiciones en las que puedan proliferar.
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Castigar a un malhechor sin darle los medios para que se corrija, esto no se llama justicia, sino más bien venganza. ¡Cuántos se imaginan que encarcelando a los criminales se les da una lección!… En absoluto, a menudo se vuelven peores que antes. Y otros piensan que, condenándoles a muerte, se procede a una eliminación purificadora. Pero cuando se exterminan los mosquitos sin ocuparse de los pantanos, los mosquitos vuelven con más fuerza, ¿no lo habéis constatado? Y en nuestras sociedades se pasean mosquitos de una especie particular. Si no queremos ser picados, no hay que darles las condiciones en las que puedan proliferar.